Una cinta que marcará a toda una generación.
Joker (USA, 2019)
Sin duda alguna, el personaje del “Guasón” como se le conoce en Latinoamérica, no es solo uno de los villanos más populares del planeta, si no, uno de los personajes literarios más importantes de la cultura popular.
Varias versiones han existido en el celuloide, y varias interpretaciones legendarias han dejado actores de renombre. Ahora, Joaquín Phoenix, en esta ocasión interpretando a “ Joker” quiere dejar en claro, que su versión, va más allá que cualquier película de Batman o cualquier cinta de superhéroes.
Arthur Fleck es un hombre frustrado, enfermo, vive con su madre y la sociedad en la que vive (USA, finales de los años 80s) da muestras de decadencia y poco optimismo. Víctima de las circunstancias, Arthur ve una oportunidad cada día, al seguir buscando su sueño de hacer feliz, y hacer reír a la gente. Lamentablemente, varias circunstancias en el día a día, va transformando más a Arthur en un ser resentido con la vida y decide sacudir su mundo, solo para sentirse vivo.
Si bien, la cinta está basada en el personaje de los cómics; se muestra un poco alejada de las viñetas, y la historia del Joker, es más bien, un estudio de personaje. Como la vida, el contexto histórico en el que lo rodea, van cambiando a un ser humano, a alguien que no tiene nada que perder. Joaquín Phoenix se muestra de manera excelsa y enseña como un actor puede comprometerse a un personaje de manera extraordinaria; desde la manera en que ríe, como camina, como responde a las consecuencias de los actos, sin duda, lo mejor de esta película, es el actor que lo interpreta.
Hay inspiraciones claras a las cintas de Martín Scorsese, como lo son “Taxi Driver” y “King of comedy”, muchos podrían decir, que demasiado, ya qué hay escenas que calcan momentos importantes de estas cintas. Si bien, pueden ser excesivas, de alguna manera, funcionan para la historia que se está contando y no desentona con el look y feeling de la misma.
La cinta en general, se aleja de las convencionales cintas de superhéroes, pero, no muestra vergüenza mostrar sus conexiones con su nemesis principal, Batman. Que puede o no quitar el foco por momentos del personaje de Arthur, pero al final de cuentas, hay una hermosa conexión de la cinta, con los cómics originales.
Es un viaje, lleno de dolor, angustia, humor, y reflexión. No está excenta de diálogos chuscos o tramas poco verosímiles, pero, aún así, es un triunfo lo que se hace con este personaje y su historia. Fácilmente se pudo haber hecho algo más llamativo para satisfacer a una audiencia más juvenil, pero, la línea que siguieron rindió sus frutos, y es una cinta que no solo cambia el subgénero de cómics o superhéroes, si no que, le deja a esta generación, una película que dejará una huella imborrable en la industria.