Noche de risas con Chuponcito

El pasado 22 de febrero.

Chuponcito lleno de risas a Tijuana.

 

Comedia, chistes, buen humor, risas y mucha diversión fue lo que se vivió el pasado 22 de febrero en el Auditorio Municipal de Tijuana donde se presento Chuponcito.

Alberto Flores, mejor conocido como Chuponcito se presento con su show de comedia acompañado de Armando Roal, quien abrió la noche en el escenario. Al rededor de las 10 pm y con poco mas de 30 minutos el comediante Armando Roal hizo de las suyas en el escenario del Auditorio Municipal.

Un publico difícil tenia enfrente Armando Roal quien iniciaba la noche, con un retraso en el show por mas de una hora. Pero el talento de Armando se impuso bien e hizo que el publico pronto se metiera al show, sacando risas y carcajadas rapidamente a los asistentes con cada una de sus ocurrencias y dejando al publico listo.

El Ranchero.

Pasaban las 10:30 y Chuponcito subió al escenario caracterizado como el «Ranchero» acompañado de su caballo, sombrero y un bigote muy acorde a su peculiar peinado, asi comenzó su show donde interactuo con el publico con su estilo singular, comenzó con los chistes de todos colores, después se dio una pausa para poder cambiar de personaje mientras su ballet salía para amenizar la espera.

Mamá de Chupon.

Salía al escenario la mamá de Chupon, como se hace llamar en esta caracterización de una señora con trenzas, mandil, medias y bolsa donde trae algunas cosas que utilizo para hacer unas rutinas que ya son conocidas, asi como algunas nuevas y otras improvisadas, con las cuales lograba las risas y los aplausos del publico que asistió al Auditorio.

Por ultimo se dio una nueva pausa, para salir ya como conocemos a «Chuponcito» donde siguió con su bulling al publico e interactuaba con algunos de los asistentes mientras provocaba las risas y carcajadas que hacían ver la diversión que causaba con sus «chascarrillos».

Asi con una muy buena entrada en el Fausto Gutierrez Moreno, Chuponcito dio un buen show que puso a los tijuanenses de buen humor por casi 2 horas, haciéndolos olvidar sus problemas o preocupaciones  como es costumbre el talento de Alberto Flores fue un referente para la diversión del publico.

Fotografias: Gustavo Ocampo.

 

 

 

 

 

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