Una estudiante de Irlanda crea una colmena a base de hongos.
Niamh Damery, estudiante de La universidad de Limerick creo una colmena ambiental hecha a base de hongos y materiales naturales.
Su proyecto, que recientemente ganó un premio nacional James Dyson, está diseñado para ayudar a salvar a las abejas negras irlandesas nativas que están en peligro de extinción.
Esta colmena de autoensamblaje se biomimetiza con la forma de un árbol hueco, siendo esta la forma perfecta para las abejas. Las abejas en invierno se apelotonan en el interior de la colmena, en la zona central de los panales, formando un ‘racimo’ de protección térmica.
La colmena adopta una forma de vida mas austera. Las abejas viven durante todo el invierno de la miel y el polen almacenados, manteniéndose juntas para conservar el calor.
Qué tipos de material utiliza.
Los materiales primarios utilizados son el micelio (de donde crecen los hongos) junto con el plástico de desecho remodelado y el compuesto de bambú. El micelio es similar al poliestireno, mientras que también tiene sustancias naturales que brinda a las abejas una protección adicional contra los acáros.
La colmena Econooc es modular, para facilitar el montaje y el transporte, ademas de facilitar la reparación y de que se puede descomponer por completo al final de su vida útil.
Su objetivo con esta colmena es involucrar a las personas con la biodiversidad, hacer que el mantenimiento de una colmena sea más accesible para una cantidad más amplia de personas e involucrar al público en los esfuerzos de conservación de la abeja negra nativa irlandesa.
El producto también es muy versátil, se puede usar en casa, pero también se puede usar en la escuela para la educación o para agricultores y jardineros que no quieren mantener una colmena pero quieren más polinizadores alrededor.
Damery se inspiró en su padre y en su abuelo que se dedicaban a la apicultura. Ella señala que, a medida que la apicultura se ha vuelto más comercial, las cepas de abejas importadas se están reproduciendo con la abeja negra irlandesa, y estas cepas híbridas no pueden sobrevivir al invierno irlandés tan bien como las abejas nativas.
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