Maléfica: Dueña del Mal

Una más para el repertorio innecesario de Disney.

Independientemente de que si la primera parte haya sido “disfrutable” para algunos, no se puede negar la mala calidad en la historia y personajes que nos presentó esta reinterpretación, de la más grande villana animada de los estudios Disney. Ahora, nos llega una secuela que nadie pidió y que no se sabe por qué existe, pero, aquí está, y esto es lo que se puede sintetizar de la secuela…

Maléfica: Dueña del Mal, es una continuación directa de la primera; Aurora es reina del bosque, Maléfica su madrina y el Rey Phillip, le pide matrimonio.

Todo se encuentra bien, hasta que notamos las temibles intenciones de un reino que aún no perdona a Maléfica por su pasado, y de paso, buscar una manera de acabar con las hadas que protege.

Para iniciar, el subtítulo “Dueña del Mal” es engañoso, ya que quedó establecido desde la primera parte que maléfica, no es en realidad “mala” y esta cinta, está lejos de convertirla nuevamente en una villana. La historia, sumamente forzada para agregar personajes secundarios, villanos predecibles y un escenario totalmente inverosímil (al más puro estilo de Game of Thrones o Avatar) hacen dejar a un lado el cerebro y tratar de disfrutar cualquier locura que el guionista haya puesto enfrente.

Si bien, las actuaciones están “bien” dentro de lo que cabe… Angelina Jolie, Michelle Pfeifer, pero sobre todo, Elle Fanning, desperdician calidades actorales, dentro de una cinta cuyo intención es más que evidente… hacer dinero.

Al final de cuentas, es una cinta familiar, es pasable, pero, como las últimas entradas de Disney, como los reeboots, remakes y reinterpretaciones… simplemente no hay un esfuerzo por “salir de la caja” y hacer algo verdaderamente único y especial con los grandes personajes que tiene en su poder.

Pueden esquivar esta cinta.

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